El uso generalizado de la electricidad en nuestra vida cotidiana nos expone a diversos riesgos potenciales. Comprender los efectos de la corriente eléctrica en el cuerpo humano es fundamental para garantizar la seguridad en entornos eléctricos. Desde efectos fisiológicos hasta impactos a largo plazo, los peligros de la exposición a corrientes eléctricas pueden ser sorprendentemente diversos y devastadores.
El cuerpo humano no está diseñado para ser una fuente de corriente eléctrica, pero generalmente se considera que incluso una corriente pequeña puede resultar peligrosa. Incluso corrientes menores a 1 amperio pueden causar fibrilación ventricular, que es un ritmo cardíaco potencialmente letal. El efecto de la corriente en el cuerpo humano depende de varios factores, como la resistencia eléctrica del cuerpo y la trayectoria que sigue la corriente a través del mismo.
Algunos de los efectos más comunes son los siguientes:
- Quemaduras: La electricidad puede causar quemaduras en la piel y tejidos del cuerpo, especialmente en los puntos de entrada y salida de la corriente.
- Fibrilación ventricular: Una corriente eléctrica que atraviesa el corazón puede interrumpir su ritmo normal, lo que puede llevar a una condición potencialmente mortal conocida como fibrilación ventricular.
- Paro cardíaco: En casos extremos, una corriente eléctrica de alta intensidad puede detener el latido del corazón, lo que puede resultar en un paro cardíaco y, en última instancia, la muerte.
- Lesiones neurológicas: La electricidad puede afectar los nervios y el sistema nervioso central, lo que puede resultar en lesiones neurológicas temporales o permanentes.
- Espasmos musculares: La corriente eléctrica puede causar espasmos musculares involuntarios, lo que puede dificultar la liberación de la fuente de electricidad y aumentar el riesgo de lesiones adicionales.
- Problemas respiratorios: La electricidad puede afectar los músculos respiratorios, lo que puede dificultar la respiración y causar problemas respiratorios temporales o permanentes.
